16/ Octubre/2019
PALABRAS CON “CH”
¿Has notado que, en todos los programas de Roberto Gómez Bolaños, los nombres de muchos personajes y objetos empiezan con “ch”? ¡Incluso su seudónimo, Chespirito, comienza con ese sonido! El origen de su apodo es muy interesante. El responsable fue Agustín P. Delgado –director de películas mexicanas como El dolor de pagar la renta y Dos criados malcriados, protagonizadas por Viruta y Capulina–, quien opinaba que los guiones de Gómez Bolaños eran tan ingeniosos y extraordinarios como los de Shakespeare; por ese motivo, comenzó a llamarlo “el pequeño Shakespeare” o “Shakespearito”. Cuando Chespirito creó a algunos de sus personajes más famosos, como el Dr. Chapatín, el Chapulín Colorado y el Chavo, fue pura casualidad que sus nombres comenzaran con “ch”; pero cuando se dio cuenta de esa coincidencia, comenzó a buscar –¡o a inventar!– palabras con ese sonido. A continuación, te mostraremos y explicaremos algunas de ellas.
Chanfle – Ésta es, con seguridad, la palabra más utilizada por todos los personajes de Chespirito. Su significado varía según la situación en que se emplea; la mayoría de las veces expresa sorpresa o asombro, pero también puede usarse para mostrar enojo o contrariedad –por ejemplo, en la frase “¡me lleva el chanfle!”. No se sabe cómo fue que esta palabra formó parte del vocabulario de Roberto Gómez Bolaños, pero podría ser resultado de su gran afición al fútbol, pues, en este deporte, el “chanfle” se produce cuando el balón es pateado de cierta manera con la parte interna o externa del pie, y adquiere un efecto de rotación que lo hace seguir una trayectoria curva.
Chaparrón Bonaparte – Este personaje es el mejor amigo de Lucas Tañeda. Ambos forman una pareja de locos inofensivos y muy divertidos. Su nombre es una derivación del de Napoleón Bonaparte, el célebre general francés. Lo anterior obedece a aquella vieja idea de que los enfermos mentales suelen adoptar la personalidad de algún personaje famoso.
Charrito – Es el nombre de la primera película que dirigió Chespirito. Se trata de un filme al que se puede calificar como “cine en el cine”, pues el tema que desarrolla es precisamente el de la filmación de una película. En ella aparece un actor secundario –interpretado por Roberto Gómez Bolaños– al que apodan Charrito, debido a los papeles de maloso campirano para los que ha sido contratado. La parte cómica radica en la torpeza del actor, que lo obliga a repetir muchas escenas, con el consiguiente aumento en los gastos de producción.
Chente – De acuerdo con el Diario del Chavo del Ocho, libro de Roberto Gómez Bolaños, Vicente fue un buen amigo del Chavo en el orfelinato donde vivió antes de llegar a la vecindad; en el programa de televisión, Chente era el amigo imaginario del Chavo. Podríamos decir que, más que un producto de su imaginación, Chente fue el recuerdo que tenía el Chavo de quien fue para él un verdadero amigo.
La Chicharra – “La Chicharra. El Periódico que Hace Ruido” es una serie que Roberto Gómez Bolaños creó a finales de los años setenta. En cada capítulo, se narran las divertidas situaciones en las que se ve involucrado Vicente Chambón –interpretado por Chespirito–, reportero de la sección de “sociales” del diario. Chambón es torpe y muy distraído, y tiene como inseparable compañera a la fotógrafa Cándida –Florinda Meza–, quien se encarga de cubrir gráficamente sus reportajes. Su apellido tiene un doble significado: se le llama “chambón” a alguien que tiene poca habilidad para realizar una tarea, o bien, a una persona que resuelve las cosas por pura casualidad. El resto del elenco estaba conformado por don Lino –Ruben Aguirre–, dueño del periódico; y Úrsula –Angelines Fernández–, secretaria de don Lino. Los demás actores del cuadro base interpretaban a distintos personajes, según la historia de cada episodio.
Chicharra paralizadora – Es una herramienta del Chapulín Colorado. Cuando la hace sonar una vez, las personas y los objetos se paralizan; si la hace sonar dos veces, recobran el movimiento. Con este aparato puede paralizar a un despiadado rufían y cambiarle la pistola por un plátano, por ejemplo.
Chiforínfula – Se trata de un dibujo que hizo el Chavo para el examen de dibujo en un episodio de 1976. En realidad, no es más que una serie de rayones y garabatos de muchos colores y sin formas claras.
Chilindrina – Chespirito le puso este nombre a la hija de don Ramón porque las pecas de su rostro recuerdan a una “chilindrina”, un tipo de pan dulce mexicano cubierto por pequeñas bolitas de azúcar.
Chimoltrufia – La simpática esposa del Botija es una mujer discutidora, orgullosa e inculta, pero inteligente y de buen corazón. Por si fuera poco, posee una voz tan potente que, cuando canta, casi revienta los tímpanos de los vecinos.
Chimpandolfo – Este personaje, interpretado por Ramón Valdés, apareció en El Chapulín Colorado, y era un hombre de las cavernas que estuvo veinte mil años “dormido” bajo un alud de nieve.
Chipote chillón – Otra de las herramientas del Chapulín Colorado y la que más utiliza. ¡Con ella, puede derribar a un gigante! Su nombre hace referencia a la inflamación que resulta de un golpe en la cabeza y al simpático sonido que emite este enorme martillo, parecido a un chillido. El “chipote chillón” no aniquila; sólo mantiene noqueado por un tiempo a quien recibe el porrazo.
Chiquitolina – Es la sustancia que contienen las pastillas que toma el Chapulín Colorado para reducir su tamaño. Esto le permite entrar a lugares insospechados, pasar por debajo de una puerta o, incluso, pelear cara a cara con un ratón. La duración del efecto de las pastillas de chiquitolina es variable y depende de su color: las blancas son de larga duración, las amarillas son de mediana duración y las verdes son de corta duración.
Chiripiolca – La chiripiolca es una especie de ataque epiléptico que le da a Chaparrón Bonaparte y que le hace flexionar rítmicamente y sin control la pierna derecha y los brazos. Lo bueno es que su buen amigo Lucas Tañeda tiene la solución de este problema: un fuerte golpe en la espalda.
Chispotiar – Es lo que le pasa al Chavo cuando hace o dice algo “sin querer queriendo”.
Espíritus chocarreros – En una ocasión, don Ramón se quejó de que alguien les estaba robando sus platos por las noches. Doña Clotilde, la “Bruja del 71”, le aseguró que se trataba de espíritus chocarreros, es decir, espíritus traviesos que tenían el objetivo de molestarlo. Al final de ese divertido episodio, se descubre que quien sacaba los platos de su casa era el propio don Ramón, pues padecía de sonambulismo.
Chómpiras – Este singular personaje siempre fue parte de una pareja de rateros, primero con el Peterete y después con el Botija. Después de algunos años de dedicarse a la deshonrosa actividad del robo, el Chómpiras y el Botija decidieron cambiar el rumbo de sus vidas y trabajar de manera honesta. De todos sus personajes, el Chómpiras es el que más le gustaba interpretar a Chespirito.
Churi Churín Fun Flais – Es el título de una de las canciones que forman parte del repertorio musical de Chespirito. ¿Y qué quieren decir estas extrañas palabras? Pues se trata de una frase que puede sacarte de cualquier apuro. Significa “no sé”, “quién sabe”, “no vi”, “no me acuerdo”, “no tengo idea”…
Churruminos – En varias ocasiones, hemos visto al Chavo rondar por todo el patio de la vecindad cazando churruminos. Pero, ¿qué son los “churruminos”? Son unos animalitos que viven en su imaginación. Y, ¿cómo son los churruminos? Bueno, el Chavo no lo sabe porque todavía no ha conseguido atrapar ninguno, así que tendremos que esperar a que lo haga para saberlo.
De esta manera, el uso de la “ch” –a pesar de que al principio fue una simple coincidencia– se convirtió en un sello característico de la obra de Chespirito, y nos dejó una gran cantidad de simpáticas palabras que, aunque al principio nos parecieron extrañas, hoy forman parte de nuestro lenguaje cotidiano.