12/ Julio/2019
La creación de El Chapulín Colorado animado
(segunda parte)
Uno de los elementos más importantes de cualquier proyecto de televisión es el diseño, pues de esto depende que tenga un carácter propio que lo distinga de otros programas. En el caso de El Chapulín Colorado animado, se pensó inicialmente en un entorno muy mexicano –los primeros personajes y locaciones se desarrollaron a partir de esta idea. Había, por ejemplo, una antigua casona de principios del siglo xx, con un patio interior lleno de flores y adornos típicos; alrededor de este espacio, se veía la enorme construcción de dos pisos, con espaciosas habitaciones en la parte superior que servirían como viviendas. Una de ellas sería el hogar del Chapulín Colorado; otra, la casa del profesor Inventillo, y el resto estaría ocupado por inquilinos desconocidos.
En la planta baja, se ubicaba la “Fonda de doña Chole” –ambientada con colores cálidos en las paredes, los muebles y la mantelería–, que serviría como punto de reunión a los personajes. En este lugar, doña Chole, Inventillo, Dulce, el sargento Pazguato y, por supuesto, el Chapulín, conversarían mientras saboreaban un platillo mexicano o disfrutaban de una taza de café; estas charlas serían de gran utilidad, porque permitirían contar aquellas partes de la historia que, por falta de tiempo, no podrían desarrollarse por completo. Otra locación importante era el laboratorio del profesor Inventillo, que se encontraba en el sótano de la casona.
Después de varias reuniones, el equipo de producción decidió que el diseño del programa debería incluir menos elementos locales para hacerlo más identificable en otros países, así que se eliminó la antigua casona, la fonda se transformó en una cafetería –aunque conservó su función original–, en lugar de doña Chole se incluyó el personaje de Clementina, y al sargento Pazguato se le cambió el nombre por el de Montoya.
El proceso de diseño de los personajes que acompañarían al Chapulín Colorado es muy interesante; hubo que pensar y definir sus perfiles con mucho cuidado para que fueran útiles a lo largo de la serie. El profesor Inventillo fue recuperado del programa original, pero con una diferencia importante: en la versión animada, este simpático inventor sería el creador del Chapulín. Después, con el objetivo de darle actualidad y frescura a la parte científica, se diseñó a Dulce –la encantadora e inteligente nieta de Inventillo, experta en las nuevas tecnologías–, quien desarrollaría gadgets nuevos para ayudar a ese miedoso hombrecillo colorado –su amor platónico–, independientemente de las graciosas herramientas creadas por su abuelo. De manera simultánea, se diseñó a su antagonista: la berrinchuda y despiadada periodista de espectáculos Periquita Moscorra, quien no sólo buscaría revelar cualquier secreto que existiera en torno al Chapulín, sino que intentaría conquistarlo a como diera lugar.
En cuanto a los villanos, el Cuajinais y Matonsísimo Kid son los únicos que aparecen en ambas versiones del programa, pues participaron en dos de los cuatro episodios originales que fueron seleccionados para la serie animada. En cambio, el Doktor Moquillo –con su asistente Pirulino– y Rudy Culebro –con su fiel “Sietemeses”– fueron creados específicamente para el nuevo proyecto.
En cada capítulo de la serie animada, se procuró conservar uno de los principales valores de la obra de Chespirito: la universalidad. Este elemento hace posible que tanto los personajes como las divertidas situaciones a las que se enfrentan, puedan ser disfrutadas y recordadas por el público en cualquier parte del mundo.