28/ Julio/2020
Recordando a
Horacio Gómez Bolaños
Horacio fue el menor de los tres hermanos Gómez Bolaños. Desde que era niño mantuvo una relación muy cercana con Chespirito, quien apenas era un año y medio mayor que él; no sólo eran hermanos, eran verdaderos amigos, cómplices y compañeros de aventuras y travesuras. Entre ambos reunieron un grupo de amigos, una suerte de clan que Horacio bautizó como “Los Aracuanes”, con quienes forjaron una amistad tan sólida que siguieron frecuentándose durante muchos años.
En lo laboral, al principio Horacio tomó un camino distinto al de su hermano –durante mucho tiempo, trabajó para una importante compañía transnacional como ejecutivo de marketing–, pero cuando la popularidad de Roberto y su grupo comenzó a crecer a pasos agigantados y comenzaron las cada vez más numerosas llamadas de empresarios que buscaban contratar al famoso elenco para que realizara presentaciones, Horacio se incorporó al equipo como representante. Desde ese momento, fue él quien se encargó de todo lo que tuviera que ver con las negociaciones; su desempeño fue tan eficaz, que el grupo pudo llevar su espectáculo a más de setenta ciudades de México y del extranjero sin preocuparse por cuestiones logísticas –como el hospedaje o la alimentación– ni económicas, pues nunca dejaron de cobrar lo que se les debía.
A partir de entonces, Horacio siguió los pasos de su hermano y se convirtió en actor y escritor. Si bien interpretó a varios personajes en episodios de “La chicharra”, “El Dr. Chapatín” y “El Chapulín Colorado”, es más recordado por su participación en “El Chavo del Ocho”, en donde dio vida al simpático Godínez. Este compañero de escuela del Chavo y sus amigos se distinguía por ser el alumno que menos estudiaba –no tenía la menor idea de Historia, Matemáticas o Ciencias Naturales–, pero era un verdadero experto en deportes.
También participó en casi todas las películas escritas por Roberto, como “El Chanfle 2”, “Don Ratón y don Ratero” y “Charrito”; además, actuó en la obra de teatro titulada “Títere”, en la que Chespirito adaptó el clásico “Pinocho”.
Como escritor, Horacio elaboró algunos guiones para “El Chapulín Colorado”, así como un sketch titulado “Don Calavera”, en el que se narraban las divertidas situaciones por las que pasaba el dueño de una funeraria. También escribió una gran cantidad de historias para las revistas de historietas de “El Chavo del Ocho” y “El Chapulín Colorado”. Hasta sus últimos años, siguió creando y desarrollando proyectos; hubo uno en particular al que le tenía mucho cariño y que deseaba llevar a la televisión: se trataba de una comedia policiaca para la cual había escrito los guiones de casi veinticinco episodios. Sin embargo, por distintas razones, nunca logró cristalizar su sueño de verla en las pantallas.
Horacio fue el último productor ejecutivo del programa “Chespirito”, cargo que ocupó por doce años. Hoy recordamos con mucho cariño a Horacio Gómez Bolaños, quien dio vida al entrañable y despistado Godínez, y que se distinguió siempre por ser una persona generosa, amable y con un gran carisma.